domingo, 3 de octubre de 2010

Lo que debe ser y no es

 Llevo una semana infernal, estoy de mudanza y transitoriamente en casa de mis padres hasta que la casa este lista. He de decir que la convivencia con los padres después de haber volado del nido paternal es un tanto complicada, a mis 25 años llevo 2 viviendo fuera de casa y digamos que ya desarrollé mis manías hogareñas y claro, esto no está resultando fácil, más si tienes un hermano de la generación "Nini" que es el rey de la casa y donde todo lo que el dice va a misa, y todos corremos según sus exigencias, vamos que lo comprendo porque soy madre y muchas veces me veo gobernada por dos niños que miden menos de un metro, no quiero ni imaginarme que tan intimidado te sentirás con una mole de metro 90.
Ahora que soy madre me he dado cuenta de muchas cosas y he comprendido más a mi padres, y hoy me encuentro con que no soy tan buena madre como pensaba y vivo fallando, día tras día y lo peor es que muchas veces no aprendo de mis errores.
No consigo ser la madre que quiero, se supone que me juré que no iba a repetir los errores de mi madre, que no iba a ser como ella,  es muy dificil ser madre, nadie te dice como convencer a tu hijo de que las espinacas son mejor que las papas de Hello Kitty, ni nadie te dice que hacer cuando se agarran una pataleta memorable que te deja los tímpanos a reventar después de una hora de negociaciones sin fruto.
Yo debería ser la madre que no soy, pero no tengo mucho tiempo de ser persona y eso lamentablemente pasa factura a mis hijos.

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